Majestuoso y dominante, Mufasa fue un gran rey con un corazón generoso que reinó con sabiduría e intentó mantener el equilibrio de la naturaleza. Se concentró en enseñar a Simba a ser prudente para que algún día fuera un rey adulto y responsable. Mufasa se puede ver un poco estricto, pero eso es sólo porque ama a Simba y quiere que el joven león se mantenga en el camino recto.
Como rey y líder, Mufasa mantuvo un profundo entendimiento sobre las fuerzas que hacen que la sabana estuviera equilibrada y saludable. Estas responsabilidades del jefe incluyen dirigir las cacerías, tanto de los leones como de las otras criaturas del reino, y resolver las disputas sobre la alimentación y los manantiales, para asegurar que los recursos de la praderas no terminen; también debe vigilar las fronteras para mantener fuera a los intrusos y prevenir crímenes, como asesinar por deporte o diversión. Evidentemente también es responsable de que Simba aprenda a ser prudente y justo para ejercer de rey algún día, una responsabilidad a la que Simba aún no está preparado.
Mufasa tuvo una gran debilidad: era confiado y bondadoso; por eso la amargura y envidia que Scar siente por él sólo le parece una rivalidad común entre hermanos. Mufasa, sin embargo, no sospechaba que su hermano, consumido por la ira, fuera capaz de llegar tan lejos como para planear su asesinato y usurpar el trono.
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