La historia comienza con la llegada a un castillo de una vieja mendiga. La mujer, pobre y enferma, pide al príncipe que habita poder pasar la noche en refugio, pero el chico es un noble egoísta y arrogante y, sin dudarlo, la hace fuera de sus tierras. Viendo que el príncipe no tiene buen corazón, entonces, la vieja se transforma en la bella dama que realmente es. Decepcionada y enfadada con el príncipe le hace ver la maldad de su acción. Dándose cuenta de su error, el príncipe intenta hacerse perdonar sin embargo, el daño ya está hecho. Como castigo por su temeridad, la bruja lo transforma en una Bestia y, con él, también a todos los habitantes del castillo. Como brizna de esperanza, sólo le deja una rosa mágica que permitirá que recupere su forma original si encuentra el amor verdadero antes de que el último pétalo de la flor caiga.
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